¡Subcampeones!
BALONCESTO

¡Subcampeones!

MINI MASCULINO

El mini masculino da la sorpresa y logra el subcampeonato en el torneo Mini Kopa 22 de Easo. El pasado fin de semana, 23-24 de abril, el mini masculino participó en el torneo Easo Minikopa22. Fue una gran experiencia porque jugadores, entrenador y familias pudimos disfrutar del baloncesto durante casi 48 horas. Luchamos con garra y lo dimos todo hasta llegar a la gran final. Llegamos a al polideportivo Paco Yoldi frente al Reale Arena en Donosti pronto para entrar en ambiente e ir calentando de cara a los dos enfrentamientos que teníamos por la mañana. Comenzamos el torneo sabiendo que nuestro primer oponente ya había perdido su primer partido y estaba más cansado que nosotros. Teníamos que aprovechar eso. Jugamos contra Antigua Luberri y conseguimos la victoria en un partido muy disputado que no quedó claro hasta los últimos cuartos. Ya habíamos ganado un partido, ese era el primer objetivo, no volvernos de vacío. Tras un hamaiketako reparador disputamos el segundo enfrentamiento contra Zast de Zarautz. Fue un partido duro en el que pagamos ser un poco inocentes y ellos demostraron que sabían a lo que venían y lo que querían, ser primeros. Tuvimos muchos fallos, les dimos muchas facilidades para ganarnos y nos quedamos un poco tocados. Tras la comida nos tocaba jugar contra el primero del otro grupo y habiéndoles visto jugar, las dudas nos asaltaron. A todos, menos a nuestro subdelegado que nunca dejó de creer y que tenía muy claro que a un partido todo podía pasar. Comimos en los aledaños del polideportivo. Estábamos todos nerviosos con las semifinales, pero había que reponer fuerzas. Nuestro rival en semis fue Hendaya. Fue un partido muy igualado pero se puso de manifiesto la lucha y entrega de nuestros jugadores. Tras el primer cuarto, se vio que podíamos contra ellos, pese que físicamente eran superiores a nosotros. La grada alentó al equipo, empezamos a creérnoslo y todos los jugadores encestaron, fue EL PARTIDO de sus vidas. Imanol leyó muy bien el partido y dio descanso al final a los jugadores que habían liderado el triunfo. Les salió todo y jugaron de manera espectacular alzándose con la victoria y sorprendiendo a todos, menos a nuestros subdelegado. Íbamos a jugar nuestra primera final. Aunque el rival volvía a ser Zast que se había impuesto en su semi por 1 en la prórroga. Pero sólo era otro partido. Los jugadores creían en el milagro. Fuimos todos juntos a descansar al albergue y tomamos una cena reparadora de auténticos deportistas. A las 22.30 mandamos a los jugadores a la cama porque había que estar descansados para la gran final. Cansados, pero nerviosos costó que se durmieran. En sus sueños se veían campeones. Ya sabemos que los sueños, sueños son, no queríamos despertarlos. Un gran desayuno nos dio las fuerzas necesarias para volver al polideportivo a por la gran gesta. Imanol llevó a los jugadores a ver el partido del 3-4 puesto para aprovechar a explicar detalles para tener en cuenta. En las gradas, las familias estábamos igual o más nerviosos que ellos. A las 12.30 comenzó la gran final. La primera parte ahí ahí estuvimos. Jugamos mejor que el primer partido ante ellos, pero es cierto que les regalábamos demasiados balones y que la pelota no quería entrar en nuestra canasta. Los nervios se notaban en nuestros jugadores y el tiempo corría en nuestra contra y no pudimos acortar las distancias, perdiendo la gran final ante un gran equipo, pero intentándolo hasta el final. Recogimos con alguna lágrima la copa de subcampeón, pero luego nos sentimos orgullosos. Al principio los jugadores no entendían por qué estábamos tan orgullosos habiendo perdido. ¿Por qué? Porque el viernes no teníamos nada y el domingo habíamos jugado una final. Durante 48 horas compartimos un sueño y una ilusión y vimos su gran esfuerzo. Gracias por hacernos pasar este bonito fin de semana. Algún día comprenderán lo grande que fueron para nosotros siendo tan pequeños. ¡Va, Salle, va!